sábado, 18 de junio de 2016

Dentro del umbral del dolor

La felicidad de los Ospina era excesiva: casa nueva y un nuevo integrante en la familia. 
La felicidad de los Ospina era abundante: varias deudas pero vida cómoda. 
La felicidad de los Ospina era moderada: bebé con necesidades y problemas maritales. 
La felicidad de los Ospina era regular: comportamientos irregulares en su pequeño, hogar roto.
La felicidad de los Ospina se flaqueó: moretones en las piernas y gusanos en la comida.
La felicidad de los Ospina se pudrió: problemas judiciales, coprofagia, canibalismo e incesto.
La felicidad de los Ospina pudo haber sido felicidad, pero no lo fue.

— ¿Cómo pude terminar así?
Se preguntaba Adriana, mientras le limpiaba la boca a su bebé de siete meses de nacido.

jueves, 9 de junio de 2016

Respuesta al video de quien supuestamente mató a Harambé, el gorila.

Qué manera tan burda de distorsionar el objetivo de los animalistas. La cuestión no es el niño, los accidentes pasan. La cuestión es haber matado a un animal que, para empezar, nunca ha querido ser encerrado y exhibido. Y segundo, una vida humana no vale más que una de un animal, así como tampoco vale más una animal que una humana. ¿por qué? PORQUE LOS HUMANOS SON ANIMALES.