domingo, 24 de mayo de 2015

Un ladrillo menos

Hace algunos unos diez días hicimos una "presentación" en el colegio, de una canción, una canción bien importante para mí: Another Brick In The Wall. Con estudiantes de último grado y todos los profesores del colegio, unos miraban mal, a otros les gustó. El punto es, ¿fue útil hacerlo? Dos profesores, solo dos, cambiaron su manera de dar las clases luego de ese día. Dos profesores que admiro de sobremanera, el resto, nada, lo mismo. Daban felicitaciones, que muy buena interpretación, que muy bueno el texto, ¿y qué, siguen en la misma mierda? No espero que el cambio se de ya, no espero que todos comprendan la importancia que tiene esto, pero para los que lo entienden, por favor, aplíquenlo, que no sólo se quede en la cabeza. Que sobreviva, que haga de éste mierdero un mierdero mejor. Aquí va el texto, y la canción. Ojalá lo utilicen. Ah, otra cosa,  lo bueno de las tareas no es cuándo se hagan, es si se toman en serio o no. Como muchas son inútiles y como muchas no son aplicables, es ilógico quejarse de por qué se hacen las tareas antes de empezar la clase, si pasa eso, probablemente sea porque la tarea va a incurrir en una nota, una nota que va a afectar el proceso académico del estudiante y por tanto (en esta sistema de mierda) su futuro como ser social. Una solución es cambiar las tareas, o anularlas. Las tareas no deberían ser deberes, deberían ser motivos. Ahora sí, el texto: